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Mostrando entradas de abril, 2020

11 días.

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11 días. ¿Se dice pronto, no? Pues los recuerdo como si fueran 30. Y no por la situación de dolor, que ya de por sí era inaguantable, sino por el ambiente que se había creado alrededor mío.  ¿Recordáis que pasé por una etapa de ansiedad y depresión? Pues la mitad de mi familia consideraba que aún no la había superado. Pero es curioso, ya que era la mitad de mi familia que menos tiempo pasaba conmigo. Desde que pasó esto no hemos vuelto a ser lo que éramos antes. Y es triste, porque quieras o no siento que es de alguna manera culpa mía. Pero volvamos al día del ingreso. Yo tenía 15 años. Esa edad en la que aún los padres te esconden según que tipo de información y, además, hablando claro, no vales nada en las decisiones médicas o así me lo hacían entender.  Mis padres ya se habían peleado porque como digo, había una especie de lucha entre familias. Una decía que como me había cambiado de instituto y, además, había pasado por un proceso depresivo, todo esto era para llamar la a...

Mi primer especialista

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Desde el día de la caída en la clase de educación física el dolor se había apoderado de mi. Cada vez me costaba más sentarme, y lo que peor llevaba era no poder caminar correctamente. Pasé de ejercitarme durante 5 horas diarias a no poder hacer nada. Sí, como podéis observar estaba obsesionada con el deporte, pero gracias a él desconectaba de lo que pasaba en el colegio. Además, era la vía de escape de la ansiedad que tenía diagnosticada, aunque ya hacía medio año que había terminado las sesiones con la psicóloga y la ansiedad no se manifestaba. Cada día me costaba más ir al instituto. Menos mal de los compañeros, que viendo que cada día iba a peor, me ayudaban con todo. Me esperaban en la entrada para coger la mochila y me ayudaban a llegar a clase. Era complicado ya que mi instituto estaba formado por varios edificios separados uno del otro y no todas las clases eran siempre en el mismo edificio. Además, no había ascensor y tenía que subir escaleras. Así que decidimos ir a ver un esp...

El día que cambió mi vida

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Entonces ahí estaba yo, en clase de educación física, cuando la profesora nos invitó a juntarnos por parejas para realizar una serie de ejercicios.  Debo admitirlo, siempre me ponía nerviosa a la hora de hacer trabajos o ejercicios en grupo o parejas. Pero había conocido a una chica que también era nueva y las dos nos entendíamos. Era la primera vez que estaba tranquila. Era una persona transparente, inteligente, risueña y muy buena. Me transmitía mucha tranquilidad.  Nos pusimos a hacer ejercicio las dos e íbamos bastante compenetradas. Se notaba que a las dos nos gustaba hacer deporte.  Todo iba bien hasta que nos mandaron ponernos de espalda una contra la otra haciendo sentadillas. Mi pie resbaló cayendo al suelo. Como no nos veíamos las caras, ella no vio que caía y fue detrás de mi, precipitándose sobre mi glúteo siendo este pellizcado. Siempre se sintió culpable, pero creo que fui capaz de hacerle entender que nadie lo era. Que tuve mala suerte y ya. Si no hubiera c...

Antes de la tormenta

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  Todo empezó a la edad de los 15 años. Recuerdo que empezábamos un nuevo curso y estaba feliz, porque era el último curso de una etapa que me marcó mucho: la ESO. Además, coincidía que me cambiaba de colegio y estaba muy ilusionada. Ilusionada: que era de ilusa y confiada... Dejaba atrás el mote de rara, ese mote que me marcó y que odiaba. Decía adiós a unos 10 años de escuela que estuvieron más marcados por lágrimas que por risas, pero que a su vez apreciaba por todo lo que me habían enseñado, por todo lo que había aprendido. Era como era gracias a lo que me había pasado y estaba orgullosa de mi misma por haber conseguido controlar esos ataques de ansiedad que me habían acompañado el último año. Si, sufrí “bullying”, pero aún no se usaba esta palabra. Era acoso a secas, sin anglicismos. Más que físico, emocional. Pero dolía igual. Recuerdo estudiar en los recreos para tener algo que hacer, ya que sino me enfrentaba a las chicas que durante tanto tiempo me aterrorizaron. Si no est...