¿Qué es el dolor crónico?
El dolor crónico es aquel que persiste o se repite en un período de más de tres meses. También puede ser el dolor que dura más allá de un mes de la curación de una lesión tisular o el dolor que acompaña a una lesión que no cicatriza.
Esta sería la definición de dolor crónico. Pero para los pacientes que lo padecemos, esta definición queda corta.
En ella no aparecen ni todas las cosas que se desvanecen a causa del dolor ni todas las cosas que a la fuerza aprendemos de él.
Antes de que apareciera en mi vida como un huracán, no sabía que había personas que tuvieran que vivir con esta carga. Ni sabía que existiera algo llamado dolor crónico. Y realmente hay personas que aún se sorprenden cuando conocen que lo padezco. Normalmente se dan cuenta porque me ven cojear o porque me ven levantarme de la silla continuamente. Todo depende de si me conocen caminando, de pie o sentada. Y es que los pacientes con dolor crónico hemos desarrollado la habilidad de sonreír aunque estemos sufriendo.
- Enfermedades crónicas: cáncer, artritis, diabetes, etc.
- Lesiones: hernia discal, torsión de ligamento, etc.
- Trastornos de dolor primario: dolor neuropático, fibromialgia, cefalea crónica, etc.
O de causa desconocida. Esa soy yo. Aún no han encontrado el origen de mi dolor crónico. Y como yo hay muchas otras personas que aún están esperando su diagnóstico para ponerle un nombre. Porque si aún a veces las personas de tu entorno dudan de ti cuando sabes qué enfermedad tienes, imagina cuando no sabes el porqué de tanto dolor.
Y claro que los factores psicológicos pueden amplificar el dolor. Pero eso no significa que tu dolor no exista. Y normalmente los pacientes con dolor crónico vamos desarrollando una capacidad de control (y aguante) que otra persona que no lo padezca no tiene. Por ejemplo, sé que en mi época de exámenes por el mismo estrés de éstos mi dolor suele tener más brotes que en otras épocas. Es decir, el factor psicológico en este caso es el propio estrés que me causan los exámenes y consecuentemente éste amplia el dolor. Pero repito, no significa que no exista.
Para mi es muy importante recalcarlo porque como sabréis durante mucho tiempo dudé de mi propio dolor por factores externos y si os soy sincera hay momentos que aún me ocurre.
Consecuentemente, en época de exámenes he de controlar mucho mi estado emocional para controlar en cierta manera que los brotes de dolor crónico no aumenten.
Consecuentemente, en época de exámenes he de controlar mucho mi estado emocional para controlar en cierta manera que los brotes de dolor crónico no aumenten.
Y sí, el dolor crónico afecta a nivel emocional. ¿Cómo no iba a afectarnos? En cada día, momento y hora sentimos dolor, pero intentamos "despistar" al dolor estando ocupados aunque sea en cosas sencillas. En mi caso, que tuve ansiedad antes de que apareciera, tengo que controlar mucho este aspecto porque como es lógico podría favorecer a que volvieran esos ataques de ansiedad. Y de momento lo estoy consiguiendo.
Cada caso es único y distinto, pero los pacientes con dolor crónico compartimos una carga que no podemos separar de nuestras vidas: el dolor. Hay momentos en los que se hace muy pesada y doy gracias por poder compartir nuestras vivencias a través de las redes sociales como pacientes activos. A todos, os doy las gracias.
Mi Dolor Crónico.
Referencias.
1. C. Watson J. Dolor crónico - Trastornos neurológicos - Manual MSD versión para profesionales [Internet]. Manual MSD versión para profesionales. 2020 [citado 23 junio 2020]. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-neurol%C3%B3gicos/dolor/dolor-cr%C3%B3nico
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